La presencia de medianas y grandes empresas suele ser mucho mayor en otros países de nuestro entorno, mientras que en España las pymes sostienen el 99,9% del tejido empresarial.
Una de las principales desventajas de las macroempresas es la dificultad de ser rápidos en la toma de decisiones. Las pequeñas y medianas empresas conocen el mercado en primera persona y son capaces de detectar las necesidades de sus consumidores mucho antes que grandes conglomerados, lo que las permite orientar sus acciones con prontitud y eficacia.
La empresa de Valladolid Hijo de Ciriaco Sánchez, dedicada al comercio y almacenaje de hierro, adapta sus servicios a las exigencias del mercado actual. Con cinco generaciones de experiencia a sus espaldas, emplea su experiencia en el sector de la siderurgia para potenciar aquellos aspectos que el cliente valora, como el transporte de mercancías sin costes a cualquier lugar o el asesoramiento en los tratamientos del hierro.
Control de calidad del servicio
Además de la operatividad, existen otras ventajas de las pymes respecto a grandes compañías. Resulta más fácil llevar a cabo un adecuado control de calidad en una empresa pequeña, que puede hacer de esta monitorización de su stock o de sus servicios una herramienta útil en la toma de decisiones y en la definición de estrategias de negocio.
Un ejemplo de ello es Hijo de Ciriaco Sánchez. La empresa de siderurgia vallisoletana monitoriza todos los productos y realiza un seguimiento continuo de los procesos granallado, imprimado, corte y taladro, facilitando que el consumidor se lleve el producto listo para su uso.