No es raro que muchas de las empresas que lideran el mercado tengan sus raíces en un negocio familiar. El trabajo duro de pequeños empresarios y el esfuerzo de las generaciones que lo siguen por mantener vivo el legado familiar son garantía de ello. Es el caso de Hijo de Ciriaco Sánchez, que se constituyó como sociedad de almacén de hierro en Valladolid en 1985, pero cuya historia se remonta mucho antes: a finales del siglo XIX.
Don Ciriaco Sánchez y su idea de negocio
La céntrica calle Doctrinos fue el escenario escogido por Don Ciriaco Sánchez para ubicar su fábrica de herrajes y carbón mineral en 1885, bajo su domicilio particular. Ante el inesperado éxito y la popularidad que alcanzó durante los primeros años, decidió ampliar su producción y rebautizó su negocio como “Nuevos y grandes almacenes de hierro y fábrica de herraduras y clavo de Ciriaco Sánchez Serrano”. Aunque por aquel entonces no era consciente, estaba sentando los cimientos de una de las más sólidas empresas de siderurgia en Valladolid.
Su visión emprendedora le llevó a tomar decisiones acertadas, como la venta de herraduras, rejas y calzas para arados romanos en una ciudad que crecía a medio camino entre el desarrollo industrial y la tradición ganadera. En los últimos años del siglo XIX, la empresa de Ciriaco ya constituía el centro neurálgico de Doctrinos, y su prestigio social crecía al ritmo que lo hacían sus beneficios.
El único almacén de hierros en Valladolid
Ante este imparable crecimiento, en 1893 Don Ciriaco abrió las puertas del negocio a su hijo Aquilino, con quien estableció una sociedad mercantil regular colectiva. Fue entonces cuando la fábrica de hierros y clavos dio el salto a almacén de hierro y materiales de edificación. Padre e hijo adquirieron dos grandes fincas junto a sus instalaciones y vivieron juntos el prosperar de la empresa, que por entonces consumía más de 500 toneladas de hierro y era una de las más potentes del país.
Ciriaco pudo retirarse viendo el fruto de sus esfuerzos. En 1913, la sociedad comercial pasó a manos de Aquilino bajo el nombre que mantiene hoy en día: ‘Hijo de Ciriaco Sánchez’. El nuevo propietario supo seguir los pasos de su padre y potenció el que ya era su fuerte: el almacenaje de hierros, aceros, chapas, herraduras, clavos y carbones minerales.
En tiempos de posguerra, y con su fundador ya fallecido, ‘Hijo de Ciriaco Sánchez’ era el único almacén de hierros de Valladolid y distribuidor de los productos siderúrgicos de los Altos Hornos de Vizcaya. La constante evolución de una ciudad próspera como Valladolid motivó el traslado de toda la actividad comercial en 1970 al recién inaugurado Polígono de Argales, su actual emplazamiento.
‘Hijo de Ciriaco Sánchez’, desde 1985
La aportación al desarrollo económico de Valladolid le valió a Hijo de Ciriaco Sánchez, S.A. la Medalla de la Ciudad, en su modalidad de Plata, otorgada por el Ayuntamiento de Valladolid en 1986. En el año 2006, Alfonso y Dolores Sánchez-Peñalver se situaron al frente del Consejo de Administración, dando pie a una nueva generación en la dirección de esta empresa familiar.
Lo que comenzó como un pequeño negocio levantado por una mente emprendedora constituye más de cien años después del fallecimiento de su fundador una empresa sólida, solvente y efectiva que ha dado alas a los deseos de Don Ciriaco, uno de los nombres más representativos de la actividad industrial en Valladolid.